Cada vez que nos dirigimos a repostar a una gasolinera nos damos cuenta como los precios del carburante oscilan, y normalmente a la alta. Este hecho se acaba de agravar todavía más tras la rotura del pacto con Irán del presidente presidente Trump, hecho que ha provocado que los precios Platts se disparen de forma muy considerable.
Al contrario de lo que se cree el precio de la gasolina no depende únicamente de este factor, sino también de los impuestos estatales y de la oferta y la demanda. Sin embargo, la economía mundial y los valores macroeconómicos sí tienen un impacto directo en este crudo. Tras este conflicto geopolítico el precio del barril de Brent se ha visto disparado de los 55 a los 70 dólares, lo que le supondrá al estado español una inversión extra de 5.500 millones de euros, una cantidad que, según explican los expertos podría haber sido destinada a las pensiones.
Pero las consecuencias de Trump no se quedan ahí, sino que la subida de precio del oro negro implica una ralentización de la recuperación económica del estado, ya que las tasas de ahorro de los consumidores se encuentran en mínimos históricos y el encarecimiento de las compras supone un impacto directo en la economía de los hogares. En conclusión, la recuperación económica de la ciudadanía tendrá que esperar un año más
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